Es totalmente viable que una persona contratada por una empresa se dé de alta como autónomo y trabaje en ambos regímenes simultáneamente, lo que se conoce como «pluriactividad». Este escenario es común entre aquellos que desean desarrollar actividades complementarias a su empleo principal, como freelancing, emprendimiento o servicios independientes.
Pasos para darse de alta como autónomo
- Alta en Hacienda (Modelo 036 o 037): Lo primero es inscribirse en el Censo de Empresarios, Profesionales y Retenedores en la Agencia Tributaria mediante el modelo 036 o 037. Este trámite es esencial para empezar a facturar legalmente. Aquí deberás indicar tu actividad económica y tus obligaciones fiscales (IVA, IRPF, etc.).
- Alta en la Seguridad Social: Al ser trabajador por cuenta ajena, ya cotizas por tu empleo, pero si te das de alta como autónomo, deberás cotizar también en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). La ventaja es que existen reducciones y bonificaciones para quienes se encuentran en pluriactividad, pudiendo reducir la cuota de autónomos en los primeros años.
- Elegir la base de cotización: Al estar cotizando por ambos regímenes, es importante que evalúes qué base de cotización elegir, ya que esto influirá en el importe de tu cuota mensual como autónomo y en las prestaciones que recibirás, como jubilación o baja médica.
- Obligaciones fiscales: Como autónomo, tendrás que presentar trimestralmente el IVA (modelo 303) y el IRPF (modelo 130, salvo si más del 70% de tus ingresos provienen de un pagador que te retiene). Además, deberás realizar una declaración anual de IVA (modelo 390) y la correspondiente declaración de la renta anual.
Cómo afectará a la declaración de la renta
Trabajar como empleado por cuenta ajena y autónomo afecta directamente a la declaración de la renta, ya que ambos ingresos deben ser declarados. La pluriactividad puede tener implicaciones fiscales, como un posible aumento del tipo impositivo debido a la suma de los ingresos de ambas fuentes.
- Doble pagador: Al tener dos fuentes de ingresos, estarás ante el escenario de «doble pagador». Esto implica que si tus ingresos del segundo pagador (como autónomo) superan los 1.500 euros anuales, estarás obligado a hacer la declaración de la renta, aunque tu salario como trabajador por cuenta ajena no te obligue a presentarla.
- Retenciones más bajas: Si no ajustas tus retenciones, es probable que en la declaración de la renta tengas que pagar más, ya que los ingresos de autónomo pueden tener menos retenciones que tu salario habitual, lo que aumentará el IRPF total que debes abonar.
- Deducciones: Como autónomo, podrás deducir ciertos gastos relacionados con tu actividad (equipos, suministros, alquiler, etc.), lo que puede reducir tu base imponible y, por ende, los impuestos a pagar.
Darse de alta como autónomo mientras se trabaja para una empresa es posible y legal, y puede ser una excelente manera de complementar tus ingresos. Sin embargo, es importante conocer bien las implicaciones fiscales y legales para evitar sorpresas en la declaración de la renta. Es recomendable contar con el asesoramiento de una gestoría para gestionar correctamente los trámites y obligaciones tributarias.